La visión de nuestra fundación nació de un profundo deseo de llevar esperanza y alegría a quienes más lo necesitan.

Todo comenzó con la convicción de que toda persona merece vivir momentos de felicidad y recibir apoyo en sus momentos más difíciles.

Inspirándonos en la idea de traer un pedacito de cielo a la tierra, nos propusimos crear un espacio donde la alegría sea motor de cambio y transformación en la vida de quienes atraviesan situaciones adversas. Así, con pasión y determinación, dimos vida a nuestra fundación, con la firme convicción de que cada sonrisa generada es un rayo de luz que ilumina el camino hacia un futuro lleno de fe y esperanza.

Para cumplir la misión y alcanzar la visión que nos hemos marcado, consideramos necesario actuar de acuerdo con valores compartidos. Los cuales están muy relacionados con nuestras creencias y por tanto se debe regir el comportamiento de quienes comparten nuestro proyecto, e incluye a todas las personas de la fundación.